Agosto 2022 - El pequeño reloj de pared de Vinnytsia [fr]
Vinnytsia no es un pequeño pueblo perdido en la llanura ucraniana. Es una ciudad de 370.000 habitantes, bien comunicada por un tren directo desde Kiiv, la capital de Ucrania, Estado independiente y democrático. Cuenta con una gran universidad y varias industrias de procesamiento de productos agrícolas. Nunca se imaginó que un día esta ciudad tranquila fuera objeto de ataques aéreos. Un día de invierno, en 2013 o 2014, acudí allí, como director de Europa Continental para el Ministerio francés de Asuntos Exteriores, para reunirme con responsables locales de educación superior, para hablar de cooperación, intercambios y proyectos de todo tipo. Al final de esta visita, me regalaron un pequeño reloj de diseño sobrio, un simple cristal de vidrio esmerilado, en el cual giran dos agujas conectadas a una pila en la parte posterior del objeto que lleva el nombre de esta ciudad dinámica. A mi regreso a París, colgué este reloj en una pared como recuerdo de esta visita oficial al corazón del país de Gogol.
Vinnytsia fue bombardeada el 25 de marzo y de nuevo el pasado 14 de julio. Mientras nos preparábamos para celebrar nuestra Fiesta Nacional, la marina rusa disparó dos misiles de crucero tipo KALIBR desde submarinos en el Mar Negro. Treinta y seis edificios fueron alcanzados, 23 personas murieron y un centenar de personas resultaron heridas, 34 de ellas fueron trasladadas al hospital en estado grave. Margarita Simonian, directora de la televisión Russia Today, declaró inmediatamente que había "nazis en este edificio". Se sabía que los nazis podían encontrarse en muchos lugares de América Latina después de la Segunda Guerra Mundial, y es así que Adolf Eichmann, el cerebro de las SS, fue finalmente encontrado y secuestrado (en 1960) y juzgado (en 1961) en Israel. Pero a nadie se le ocurrió, ni en este entonces ni hoy, apuntar a los antiguos nazis desde submarinos y eliminarlos destruyendo edificios enteros en el proceso. Esta tesis rusa no se sostiene más que la tesis sostenida por los norteamericanos entre 1998 y 2003 sobre las armas biológicas iraquíes. En todas las cuestiones de desinformación hay que buscar un equilibrio. No hay más nazis en Vinnytsia que en Rostov-sur-le-Don y ese atentado del 14 de julio 2022 será recordado como pura barbarie, cometida por individuos incalificables, quienes algún día esperemos que sean llevados ante la justicia por sus actos criminales, como fue el caso de Adolf Eichmann, él, un auténtico nazi. Como dijo Catherine Colonna, Ministra de Europa y Asuntos Exteriores, el pasado 21 de julio en una conferencia sobre la influencia:
« Debemos contrarrestar las mentiras, contrarrestar las noticias falsas y defender este bien común y democrático que es la información confiable »
En lo que me concierne, me aseguraré de que mi pequeño reloj hecho en Vinnytsia siga dando la hora correcta.